En la experiencia Universo, una de las actividades a realizar nos separaron a hij@s y padres. A los niños se les pidió realizar un dibujo de cómo ellos representarian este viaje y rencuentro con sus padres, mientras que a nosostros se nos pidió hacer una carta para que nuestros hijos la pudieran leer de mayores cuando fueran padres. Fue un momento en el cual muchas cosas como padre pasaron por mi cabeza, pero la mas importante fue la de decidir qué consejo le podría yo dar a mi hijo a esa edad. Me cuestioné si para ese entonces seguiría yo aún vivo para seguir disfrutandolo, o si ya habia muerto qué palabras podría dejarle en aquel papel. Y sobre todo me pregunté que pasaría con esa carta, si se llegara a perder con el paso del tiempo o cómo llegaria a sus manos. Fue un momento en donde muchos sentimientos pasaron por mi cabeza, pero el mayor de todos fue el ver a mi hijo regresar con una sonrisa y enseñarme su dibujo.
Fue un gran fin de semana que seguro repetiré con el resto de mi familia, porque al pasar el tiempo 1 a 1, sin distrcciones, lo ves en su totalidad y te das cuenta de la persona en que se está convirtiendo. Eso sin duda fue de mis mayores gozos del viaje, el poder convivir y descubrir a mi niño al cien porciento de cada dia.
